Música y cultura, opciones para vivir

Escrito por Juan C. Medrano/ Iván Castellanos

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(vía tiempoenlinea).- Celso Piña hizo vibrar a los oaxaqueños con su mezcla de géneros musicales: desde el norteño, al sonidero, pasando por el ska, el reggae, el rap, el hip-hop y el R&B, infiltrados con el acordeón al alma de los miles que abarrotaron la Plaza de la Danza en la clausura del festival Mayo en Oaxaca.

El músico, formado en las colonias populares de Monterrey, donde aprendió al vida del barrio, y fue influenciado por la polka, la música norteña, los boleros y la música norteamericana, arribó a la cumbia y encontró el signo de su vida en el acordeón.

El acordeón es un instrumento que inflama, insufla y aspira vida; la vida como una cumbia estremecedora, nostálgica y radiante de felicidad que se baila con el alma.

Por eso dice Celso Piña que la cultura y la música son opciones de vida, por que alejan a los jóvenes del vicio y el crimen, de la violencia que azota al país de norte a sur.

El acordeón de Celso sonó más fuerte y más claro que nunca en el concierto con el que concluyeron las actividades del festival Mayo en Oaxaca “Jóvenes en el arte”.

El cantante, con un sencillo atuendo compuesto por jeans y una camisa de color rojo y flores multicolores, puso a bailar a los asistentes a ritmo de cumbia demostrando que cuando se trata de gozar los oaxaqueños no responden a un solo género musical.

A pesar de nunca haber tomado clases profesionales de música y de no ser colombiano, el artista regio ha conseguido hacer suyo el acordeón con base en el trabajo y la dedicación que le ha puesto a la ejecución de este instrumento, que comenzó a tocar cuando aún era joven y que perfeccionó gracias al ímpetu que siempre lo ha caracterizado.

Tras entonar “Sumidero Nacional”, “Macondo”, “Aunque no sea contigo”, revisó el ánimo de la gente:
“¿Cómo estamos, ya se cansaron? ¡Qué se va a cansar mi gente si tiene pila hasta las 08:00 de la mañana”, dijo el intérprete y envió saludos al público que emocionado coreó cada uno de los temas interpretados por el “Rebelde del Acordeón” y su grupo.

Luego dio paso a un tema que compuso para su tierra: “Cumbia Campanera”.

Un solo de percusiones animó las palmas de los asistentes que bailando desde su lugar se distrajeron con algodones de dulce que momentos antes el artista compró.

Al percatarse el regiomontano de la mujer que cargaba los dulces la llamó para comprarle todo su producto, hecho que llamó la atención del respetable que aplaudió y vitoreó el gesto.

El público emocionado aplaudió cada una de las melodías y al compás de la música balanceó su cuerpo de un lado a otro mientras Celso Piña interpretaba cada uno de sus temas.

Después coronó el ambiente romántico que impuso con la canción que grabó con Café Tacvba y siguió calentando el ambiente con Cumbia Algodón.

A lo largo de casi hora y media este hombre que pinta canas y muestra orgulloso las arrugas en su rostro que señalan que el tiempo ha pasado, sabe que esto nunca será un impedimento para dejar de tocar su cumbia.

Por la mañana, en conferencia de prensa el “Rebelde del Acordeón” consideró que a través de la promoción de la cultura se puede evitar que los jóvenes caigan en vicios y se alejen de cometer actos fuera de la ley.

Afirmó que los jóvenes en México tienen muchas alternativas para desarrollarse de forma sana, “este tipo de festivales son convenientes para que se tengan opciones para vivir”.

El festival va dedicado a la juventud descarriada que quiere meterse en malos pasos, deben hacer conciencia de que las autoridades los toman en cuenta y no “los tiran al león”.
Pidió que no se acerquen a las cuestiones que están fuera de la ley, pues esto no va a dejar nada bueno para las personas y la sociedad.

Dijo que la cultura también puede aportar mucho para solventar el clima de inseguridad, “se debe tener los conocimientos adecuados para que la chaviza sepa de las consecuencias de no comportarse como se debe, deben buscarse opciones de desarrollo”.

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